Según un informe reciente 4 millones de personas en España tienen problemas de sueño crónico o grave. En general, la falta de sueño no es percibida como problema importante más allá del cansancio acumulado que supone pero la realidad es que cómo cualquier otra deficiencia en nuestro organismo, tiene consecuencias muy graves de salud.
Uno de los impactos más inmediatos es la disminución del rendimiento cognitivo. Esta disminución lleva a las personas a tomar peores decisiones, a comer en exceso, a tener problemas de concentración y aprendizaje y además, es la culpable de hasta el 30% de los accidentes tráfico.
La PNL requiere de tener una mente “despierta y activa” para llevar a cabo todos los procesos de toma de consciencia sobre aquello que pensamos, sentimos y hacemos. Este proceso de análisis se lleva a cabo con la parte más evolucionada del cerebro: el córtex cerebral que es precisamente la primera en quedar afectada por el cansancio.
La cafeína es el recurso más utilizado en el mundo para compensar esa falta de sueño pero está comprobado que aunque tenga un efecto estimulante en nuestro sistema nervioso, sólo esconde la bajada de rendimiento de nuestro cerebro haciéndonos sentir más despiertos pero no mejorando nuestra capacidad cognitiva.
Pero gracias a todas las investigaciones científicas para entender cómo funciona el sueño y las herramientas que se aprenden en nuestro Licensed Practitioner of NLP, los alumnos aprenden a medir y mejorar la calidad de su sueño.
Dicho de otro modo, la eficacia de la PNL depende de un cerebro descansando y un cerebro descansado depende de llevar ciertas prácticas que gracias a la PNL se pueden implementar con más facilidad.
Las dos disciplinas se ayudan de modo que aunque al principio una falta de sueño severa pueda no permitir una óptima aplicación de la PNL, existen ciertos cambios en el ambiente como la iluminación de nuestro hogar, mejoras en los horarios para cada actividad o una alimentación más adecuada que pueden conseguir una mejora inmediata en nuestra calidad de sueño.
Una vez los cambios básicos surten efecto y el sueño empieza a normalizarse, nuestro córtex funciona más eficazmente y la PNL se convierte en una poderosa herramienta para asentar hábitos, combatir el estrés y conseguir cambios más profundos.