“La PNL es probablemente la herramienta más poderosa para incrementar de manera significativa los resultados de los procesos de coaching”.
Esta aseveración tan rotunda me la hizo alguien hace 20 años y desde entonces sólo ha hecho que demostrarse en mi práctica diaria ayudando a centenares de personas a conseguir sus objetivos.
No es casualidad que en nuestros cursos de PNL en Talent Institut, tanto en los cursos de PNL en Madrid, como en los cursos de PNL en Barcelona, siempre tengamos a una gran cantidad de coaches que desean mejorar sus habilidades profesionales. Y sin duda la Programación Neurolingüística es una de las principales herramientas para llevar sus capacidades de coaching a un siguiente nivel.
Pero, ¿qué es la PNL y porque puede ayudar tanto a los coach profesionales?
La PNL es una herramienta de análisis del comportamiento. No intenta ofrecer explicaciones globales de por qué nos pasa lo que nos pasa sino cómo hacemos en el momento para conseguir algo.
Permíteme un ejemplo: Un modo de verlo sería entender que las personas se motivan delante de una recompensa porque se segrega dopamina en las neuronas dopaminérgicas después de que el córtex visual construye una imagen. Otro modo sería aproximarse a la interacción con el coachee pensando que “su motivación” no es sino una habilidad única que necesita ser explorada para luego ser mejorada.
Muchas veces, no pensamos en la motivación como en una habilidad sino más bien como “algo que se tiene” o que “se pierde”. Lo hacemos de este modo porque no somos conscientes de cada uno de los pensamientos y emociones que desembocan en que, por ejemplo, acabemos en el gimnasio o no.
Por lo tanto, tratamos a ese proceso como una “cosa” que se tiene o se pierde. La PNL aborda esta situación desde la premisa que el modo en cómo nos relacionamos con el mundo es el originador de aquello que nos pasa. De este modo, cada persona tiene su propio conjunto de habilidades únicas y características.
Cuando alguien se propone ir al gimnasio y no lo consigue, la pregunta en PNL es: ¿Cómo hace en su mente para de manera sistemática, no alcanzar dicho objetivo? Seguramente, son esas imágenes del pasado donde la persona abandonó el gimnasio conjuntamente con la su propio diálogo interno sobre lo poco que le apetece ir, combinado con una película de cómo será la clase del día.
Pero esto no sólo lo hace una vez, sino que sistemáticamente lo lleva a cabo, de modo que sistemáticamente también no acaba en el gimnasio. Dicho de otro modo: Es un experto de no ir al gimnasio. A estas nuestras habilidades en PNL se les llama estrategias mentales.
Esto nos ayuda a entender por qué la PNL se puede definir como el conjunto de habilidades que se desarrollan para explorar, modelar o describir qué habilidades tienen las personas, que a veces les son útiles y a veces no.
A poco que sepas de PNL te darás cuenta de que esta aproximación no es mayoritaria en el mundo de la formación en PNL, pero sí es interesante y es un buen recurso para incluir en la caja de herramientas del coach profesional. Yo he llegado hasta ella después de muchos años de aprendizaje de la PNL y sus matices, de ser el único español colaborador directo de Richard Bandler (co-creador de la PNL) y de trabajar junto a él formando a formadores en PNL a nivel internacional.
También me he encontrado con que a muchos coaches les han hecho creer que lo que necesitan saber sobre PNL son un conjunto de técnicas para solucionar situaciones puntuales con su cliente, sobre todo si su aprendizaje de la PNL ha sido muy superficial dentro de un curso más amplio dedicado al coaching. Lo cierto es que la PNL no son sus técnicas.
De hecho y muy reprochablemente, según mi experiencia también a la mayoría de estudiantes de PNL se les ha hecho creer que con aprender un conjunto de técnicas ya saben PNL.
Es lastimosamente un enfoque bastante común en la formación en PNL por parte de escuelas poco rigurosas y de trainers que se han quedado en la superficie de las cosas, o peor aún, que intencionadamente simplifican la riqueza de la PNL a efectos de lograr un impacto de marketing.
Aplicar una técnica sin entender cuál es el proceso de fondo es equiparable a tener una caja de herramientas sin saber qué le pasa al motor de un coche. Las herramientas sin una habilidad para describir el proceso interno, son inútiles y por este motivo, hay tantos coaches que siendo responsables y respetuosos con sus clientes, no se atreven a utilizarlas.
Por ejemplo, en el mundo del desarrollo personal se habla tanto del concepto “autosabotaje” o “saboteador interno” que algunas personas llegan a creerse que tienen una especie de posesión infernal en su cabeza. Pero como explicaré en un próximo artículo de esta serie sobre PNL y coaching, lo que parece un autosabotaje, es una estrategia mental que requiere reajuste. Explicaré con detalle por qué creo que no nos autosaboteamos y cómo tratar estas acciones que parecen ir en contra de nuestros objetivos.
Sigue la serie de artículos si quieres saber más sobre la relación entre PNL y Coaching. Y si te interesa saber cómo puedes aprender la PNL más rigurosa para aplicarla a tu práctica de coaching no dudes en contactarnos. Estaré encantado de conversar contigo.