Si alguna vez te has planteado por qué no consigues tus objetivos, la respuesta quizás sea tan simple como por aquello que crees. El conjunto de pensamientos que tienes sobre ti y el mundo que te rodea es uno de los principales obstáculos que se interponen entre tú y tus objetivos. Esta idea la habrás escuchado muchas veces y desde mi punto de vista es falsa o al menos inexacta. ¿Por qué? Porque simplemente contradice algunas de las ideas más básicas que tenemos sobre cómo funciona el cerebro. En este post te hablaré de cómo conseguir tus objetivos a través de no tanto cómo cambiar tus creencias sino de cómo pensar de un modo diferente a través de las herramientas que nos ofrece la PNL o programación neurolingüística.

Creencias aprendidas

Si tuvieras una pared delante, ¿Qué harías si tu objetivo fuera llegar al otro lado? La respuesta depende obviamente de tus conjuntos de ideas de lo que eres capaz de hacer y de lo que representa una pared. Me explico mejor:

Si estuvieras convencido que esa pared es sólida, descartarías intentar hacer un agujero en ella con tus manos. Pero, ¿cómo sabes que es sólida? ¿Sólo por el aspecto que tiene? Seguramente. Y es que antes de esa pared has visto muchas más y todas eran sólidas. Pero, ¿quién te dice que esta en concreto no estuvo construida con materiales de mala calidad?

Muchas veces, y debido a esos aprendizajes adquiridos en el pasado, ni nos acercamos a comprobar. Pero aquí no acaba la cosa. Tu podrías pensar que pensar que la pared es sólida. Es, de hecho, una famosa “creencia limitante”. Pero, si tuvieras una escalera y necesitaras apoyarla en la pared, pensar que la pared es sólida es de hecho, algo que más bien sería de tu utilidad. Fíjate lo que acaba de suceder: aquello que es limitante depende absolutamente de cual sea el objetivo que se persigue y en qué contexto se dé.

Pero sigamos; tenemos una pared sólida y no hay escalera. ¿Crees o no que puedes trepar por ella? ¿No lo crees? ¿Es eso otra vez una creencia limitante? Otra vez más, depende. Precisamente estar convencido de que sí puedes, te puede hacer no ver otras opciones e intentar una que quizás no pueda tener mucho éxito. Creer algo, a veces ayuda y a veces no, pero creer mucho en algo a veces ayuda mucho y a veces no ayuda nada. ¿Por qué? Por un concepto que todos los que hablan de creencias limitantes olvidan y a ti te puede ayudar a resolver tus problemas.

Creencias limitantes

Precisamente, los problemas (matemáticos, físicos o lo que sea) no se resuelven con creencias poderosas. Si no, todo lo contrario, los problemas se resuelven poniendo en duda todo lo establecido. Así lo hizo Arquímedes de Siracusa, Aristóteles de Atenas, Newton de Londres o Einstein de Viena. El principal escollo en la historia de la ciencia no ha sido las creencias limitantes, sino que alguien pusiera en duda el paradigma vigente. Todos los grandes pensadores se enfrentaron a verdades establecidas. Las creencias no son ni buenas ni malas, ni limitantes ni poderosas sin un objetivo y un contexto dado.

Para algunas personas, pensar que son poco listas las impulsa a trabajar más duro, mientras que a otras las lleva al abandono. Entonces, ¿esa creencia es limitante o no? Depende del efecto que tenga en las personas a la hora de alcanzar aquello que quieren.

Dicho esto, ciertamente, es importante que le pongas atención a aquello que piensas de ti mismo y del entorno. Este pensamiento es utilizado para determinar nuestras posibilidades de éxito o no. Piénsalo de este modo: la función principal de nuestro cerebro es mantenernos en vida y, por lo tanto, nos querrá alejar de los peligros y evitar esfuerzos innecesarios que no lleven a resultados seguros.

El poder de creer en ti

En ese sentido, cuanto más te creas que es posible conseguir un objetivo, más recursos reclutará tu cerebro para que te pongas en marcha. Los GAM (Gente Altamente Motivada) suele ser también GAC (Gente Altamente Convencida) pero el riesgo que hay en ello es que te conviertas en un GAR (Gente Altamente Rígida) o GAI (Gente Altamente Ilusa).

En un momento más te hablo de las herramientas de la PNL o programación neurolingüística que pueden ayudarte a generar una creencia más poderosa, pero déjame antes comentarte que una dosis de pensamiento crítico, puede ayudarte a evitar catástrofes mayúsculas. Es una fina línea la que separa el convencimiento de la rigidez y, muchas veces, como digo en mis cursos de PNL, es sólo la experiencia y el estar dispuesto a equivocarse, el único modo de resolver este dilema.

Cómo convencerse

Lo primero de todo es entender que la flexibilidad es fundamental para superar obstáculos. Cuantos más modos de superar una situación tengas, mayores son las probabilidades de éxito. Por lo tanto, el convencimiento sobre un modo de hacer las cosas siempre debe estar compensado por la cantidad de resultados que obtengas. Darse cabezazos contra una pared indefinidamente no lleva necesariamente al éxito.

Pero con esta salvedad ya expuesta, lo mejor que puedes hacer es:

1. Definir un objetivo. En PNL esta parte es fundamental y te invito a que investigues en este mismo blog o en mi canal de YouTube para más información.

2. Revisar los resultados. ¿Qué resultados estás obteniendo? ¿Te sirven? ¿No? ¿Tienen que ver con algo que haces o con algo que no haces? ¿Qué creencias estás involucradas?

3. Creencias sobre ti. ¿Qué piensas sobre ti mismo que influye en tus resultados? ¿Cómo sabes que es cierto? ¿Por qué no podía ser de otro modo? ¿De qué modo te sería más útil?

4. Creencias sobre el entorno. ¿Qué piensas sobre lo que te rodea que está afectando a tus decisiones? ¿Cómo tus estados emocionales se ven afectados? Las preguntas anteriores también aplican.

5. Diseña el nuevo modo de pensar. ¿De qué modo sí obtendrías resultados? ¿Qué es aquello que podrías pensar diferente? ¿Cómo te tendrías que sentir para aumentar las probabilidades de éxito?

6. Busca experiencias pasadas. Es muy importante apoyar la parte lógica y lingüística con experiencias que tengan una carga emocional. Nuestro cerebro proceso las dos partes. Cuando dices “estoy convencido” estás hablando de una sensación que sientes.

7. Crea experiencias de éxito. Las experiencias que confirmen tu creencia no tienen que sólo provenir del pasado. Puedes diseñar pequeñas victorias para aumentar esa parte no racional de nuestro cerebro pero que tanto influye.

Te ayudamos a creer en ti

Estos son pasos que te pueden dirigir hacia el camino de aprender a manejar mejor tu mente y forman parte de una metodología mucho más sofisticada que enseñamos en nuestros cursos de PNL y que por supuesto, forma parte del programa Total Coach. Si quieres saber más de cómo cambiar creencias y/o convertirte en un agente del cambio, te invito a que pidas una cita con nosotros y exploremos juntos las mejores opciones para alcanzar tus objetivos personales y profesionales.