https://filebox.areatersa.com/public.php?service=files&t=5c1c5210022f2ef3007a8f6993d91de2¿Qué es el miedo? ¿Cómo podemos vencerlo?¿Cómo podemos llegar donde queremos? Son algunas de las preguntas que todos nosotros nos hacemos alguna vez.

El miedo es una respuesta a la percepción de un peligro. Esa palabra es muy importante: Percepción. Es decir, nuestra mente tiene que identificar algo que pasa en su exterior cómo un peligro para luego generar una respuesta física determinada. En estos momentos no me interesa hacer una disertación sobre la fisiologia del miedo ni de hecho, soy un experto cualificado para hacerla. Lo único que sé, es que muchas veces tenemos miedo y que ese miedo no nos permite hacer aquello que queremos.

También es importante decir, que el miedo no es ni bueno ni malo. La PNL es una herramienta extremadamente pragmática, por eso se habla de emociones útiles. Lo que le da utilidad a algo es su capacidad de alcanzar un objetivo de un modo más o menos eficiente.

Cuando el miedo nos permite ser precabidos, prudentes y planificadores, luego ese miedo es útil. Si el miedo nos paraliza y no nos permite conseguir aquello que queremos, luego no lo es. Así de simple. No vale la pena darle más vueltas. Cuando sea útil, hacía delante, cuando no, a gestionarlo.

A eso me dedico yo, a ayudar a las personas a entender primero que se está sintiendo. Muchas personas tienden a obviar o a no tener en cuenta las emociones. Las emociones sólo son una respueta del cuerpo y por lo tanto, sólo son un indicador de lo que pasa dentro de nuestra mente.

Escuchar al miedo

Hay algunos expertos que hablan que las emociones se tienen que vivir, aceptar e integrar. Para mí (que soy una persona bastante simple), las emocioones se gestionan. Es decir, se regulan dependiendo de su función en la consecución de lo que queremos. Pero sí es cierto, que primero debes poner atención a tus sensaciones para poder darte cuenta que te está diciendo tu cerebro a través de tu cuerpo.

Por eso es tan importante no dejar que el estrés lidere tu vida ya que el estrés, tiene un efecto natural anestesiante de nuestras sensaciones. Tiene todo el sentido del mundo, ya que el estrés es una herramienta de supervivencia para poder escapar rápidamente de situaciones complicadas.

Pero al utilizar el estrés, lo que acaba pasando es que luego no sentimos con claridad y por lo tanto, auque reaccionemos al miedo, no nos damos cuenta que lo estamos haciendo y ni mucho menos, le podemos poner remedio.

Entender el miedo

El miedo no es un virus ni una cosa que se tenga o se deje (a pesar que en el día a día, le pongamos un artículo delante). El miedo en la mayoría de los casos, es el resultado de un aprendizaje consciente o inconsciente.

En muchos casos, es un condicionamiento inconsciente debido a una mala experiencia, donde aprendimos a reaccionar de manera negativa a algo (por ejemplo: a un gato, a un perro, etc). Ese aprendizaje ha quedado dentro nuestro cerebro codificado así, y cada vez que se vuelve a producir el estímulo, vuelve a generarse el miedo.

Por otro lado, puede ser que provenga de un elaborado proceso mental donde recordamos situaciones pasadas, nos decimos cosas o nos imaginamos lo que nos puede pasar. Otras, es simplemente el hecho de no poder imaginar que va a pasar, lo que nos produce ese miedo.

Trabajar el miedo

Si ese miedo proviene de un aprendizaje inconsciente y se dispara automáticamante sin que la persona pueda controlarlo, la PNL tiene algunas de las técnicas más eficaces para trabajarlo (por ejemplo la famosa cura rápida de fobias).

Si el miedo proviene de un proceso más complejo, es el momento de poner atención a qué haces en tu cerebro: ¿Qué tipo de imágenes generas? ¿Son recuerdos de algún suceso pasado? ¿Son  situaciones futuras que te imaginas? ¿Es tu propio diálogo interno?

Si lo que te generas son imágenes, a veces es tan sencillo cómo hacerlas más pequeñas y alejarlas a una distancia en la que la sensación (aunque persista, no genere un bloqueo). Insisto en lo último porque muchas veces se busca el hacer desaparecer la sensación como si esta fuera el problema.

Normalmente, la sensación de miedo proviene de cómo reaccionamos a una imagen, pero al mismo tiempo, esta imagen proviene a menudo, de una idea que tenemos sobre algo. Es decir, si yo pienso que conducir un coche es peligroso porque hay muchos conductores en la carretera, luego me generaré una imagen de un accidente que involucre a otros coches.

Aunque modificar la representación visual que me hago del accidente me ayude a disminuir la sensación, quizás sea más eficiente trabajar sobre la creencia y cuestionarse cómo sabes que es tan peligroso lo de conducir con otros en la carretera. Si es cierto que se producen accidentes, pero eso no quiere decir, por ejemplo, que teniendo cuidado y siguiendo todas las reglas de circulación y tomando medidas de prevención adicionales, se pueda mitigar muchísimo las posibilidades de que eso ocurra.

En PNL hay muchas maneras de trabajar sobre las creencias relacionadas con los miedos. Lo importante es entender que dichas creencias provienen o de experiencias pasadas (limitadas en número y por lo tanto, no necesariamente extensibles al resto de nuestras vidas) o provienen de otras personas (una creencia “alquilada” o “adoptada”) que no necesariamente tienen porque ser ciertas o aplicables en nuestros casos.

El simple hecho de poder trabajar con preguntas simples del tipo: ¿Cómo lo sabes? ¿Quién lo dice? ¿Por qué tendría que ser así y no de otro modo? entre otras, juntamente con la modificación de las características de las imágenes y nuestros diálogos internos, nos puede ayudar mucho a aliviar todos estos miedos que a veces, tanto nos incapacitan.

A veces tenemos el hábito de pensar en lo negativo, hecho que nos condiciona terriblemente para llevar a cabo lo que queremos hacer. Y justamente por el estado de ánimo que nos generamos, acaba pasando. Por esto es tan importante, no sólopensar en lo que puede pasar de malo, sino también en lo bueno. Como todo, es un hábito.