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Si lo que quieres es saber el auténtico secreto del éxito y la felicidad, quizás este post te ayude a acercarte mucho más a él. Aunque requiere cierto punto de valentía y honestidad, lo reconozco.

Mírate, ¿Quién eres? O mejor dicho, ¿Quién crees que eres? ¿Te gustas? ¿Estás satisfecho con el modo en que vives la vida? ¿Te gusta a quién ves en el espejo?

Lamentablemente, muchas personas responden con un “no” a estas preguntas. Pero es falso. Viven en un sueño. Mejor dicho, en una pesadilla de la que tienen que despertar ya. Dime: ¿Te levantas cada mañana, desayunas, preparas a los niños, te vas a trabajar, regresas y esperas al fin de semana? ¿No?

¿Quizás sueñas en ser una persona diferente? ¿Sueñas en tener a alguien a tu lado que te haga más feliz? ¿En tener un mejor trabajo, una mejor vida, un mejor coche? Sigue siendo un sueño. No es la realidad.

¿Sabes cuál es la realidad? Es muy fácil y sólo hay una: Tú. Amig@, has dejado de creer en ti mism@. Pero tranquil@, no ha sido culpa tuya. Tú eres la víctima de tus propias circunstancias. Quizás naciste en un ambiente medicore, quizás te hicieron creer que eras mediocre, quizás tú mism@ te lo creíste en algún momento, pero no es cierto, para nada.

Todos tenemos un cerebro y a veces esa máquina está más engrasada que otras, pero todos tenemos un corazón que late con fuerza y que espera su oportunidad para hacerlo con pasión. Todos somos excepcionales. Tú eres excepcional. ¿Cómo lo sé? La respuesta a esa pregunta es muy fácil, por qué eres un ser humano. No hay personas especiales. Estoy convencido. Sólo hay personas durmiendo. Alguien les puso a dormir de pequeños y nunca han despertado.

Quizás tú seas una de ellas, pero no te preocupes, despertarás. Las personas que han despertado han realizado proezas increíbles, han llegado a cumbres imposibles, han creado máquinas que han cambiado la historia, han transformado países, han pintado realidades de una belleza dolorosa, pero no son diferentes a ti. Por favor, deja de pensar en lo que no conviene y enfócate.

Ese es el gran secreto. Es el secreto de la PNL y el secreto de cualquier otro tipo. Enfócate en lo importante. Enfócate primero en ti. Si quieres cambiar algo, empieza cambiando la percepción que tienes de ti. Sí, lo dice la PNL y también lo dice cualquier panfleto que encuentres por la calle, pero eso no importa, importa el cómo.

La realidad no se encuentra en los coches, ni en las casas, ni en las personas atractivas, ni en los trabajos de dirección. En todos esos lugares suelen haber personas vacías, huecas, que siguen durmiendo. No, no te enfoques en eso. No te va ayudar. Créeme, he conocido muchos en mi vida. Enfócate en ti. Todos l@s niñ@s nacen con una estrella, con un don. La fuerza que les da la vida. Algunos nacen con pruebas que pasar, pero eso no les quita ganas de vivir.

Si tod@s somos tan especiales. ¿Qué nos pasa? ¿Cuándo te volviste del montón? ¿Cuándo pasaste a ser uno más de una cola, esperando que fuera tu momento? Ya te lo digo yo: no hay nada al final de esa larga hilera de personas esperando su momento. Pero te voy a contar otro secreto estimad@ amig@: No tienes que reinventarte. Eso también es una gran ilusión. No siempre podemos hacer lo que queremos o cómo lo queremos. Pero no importa, tú sigues siendo el mismo. Eso no cambia. ¿Reinventarse? Tú ya eres quien eres, no necesitas encontrarte. Pero quizás todavía duermas. Despierta. No es tan difícil. Te lo prometo. Fíjate en todo lo que has hecho en tu vida. Fíjate en cada sonrisa que has dibujado en tu cara.

Recuerda cada momento en el que has disfrutado con el placer de un momento infinitamente pequeño donde estabas tú y sólo tú. Revive todos esos instantes de máximo esplendor cuando jugabas sól@ sin la necesidad de compañía, cuando te sentías bien mirando las flores del parque, las nubes pasar desde la ventana de tu casa, los pájaros volar pensando que un día tú también lo harías tú. No, no tienes que reinventarte. No tienes que tener nada, ni a nadie cerca de ti. Sólo son ilusiones. Tienes un corazón, tienes un cerebro y eso es sólo lo que necesitas para avanzar con fuerza hacia el futuro.

No permitas que nadie te diga lo que necesitas para avanzar con paso firme hacia el descubrimiento de tu propio tesoro. El que ya tienes. Mira en todo lo que has hecho bien en tu vida, en este último año, esta semana. Báñate en esos recuerdos, enfócate en esas sensaciones que recorren tu cuerpo, haz esos recuerdos más grandes, más vívidos. Quédate en ellos hasta que sientas cómo la emoción recorre tu cuerpo mientras vas saltando de recuerdo en recuerdo.

Cada una de esas pequeñas victorias que te han hecho sentir vivo. Coge esa emoción y ponle un color. Deja que ese color se convierta en tu propia bandera y que se extienda por tu cuerpo. Ese eres tú. La persona, el ser vivo que siente. Que siente satisfacción por estar vivo y seguir sintiendo su corazón latir. No, ahora no es el momento de estar triste. Sólo de sentir la increíble sensación de estar vivo. ¿Qué quién eres? ¿Quién necesitas ser? No importa que le pongas nombre. Simplemente siente.

Siente lo mismo que sentías al ir en bicicleta, sintiendo el viento en tu cara, el mismo que corría despreocupado por las calles de cerca de su casa, del que se entretenía observando a las hormigas trabajar incansables. Por qué ese eres tú. Enfócate primero en ti, en esa fuerza de la naturaleza capaz de hazañas asombrosas cuando está enfocado en lo importante. Deja lo superfluo para otro día.

En el momento en que te descubras como la persona de los éxitos, de las victorias, de las veces que se ha levantado y no de las que ha caído, de los momentos alegres, plenos, intensos, no vas a necesitar reinventarte. Lo único que pasará es que irás a la fase dos: Qué hacer. Pero eso viene luego. Moverse desenfocado, sin fuerza, sin atención, es perder el tiempo y cosechar derrotas. Derrotas de lo auténtico, no de las de estar durmiendo y pensar que perder el trabajo habla de ti. Lo único que habla de ti es tu fuerza interior. Cuídala. Coséchala. Recuérdatela.

Sigue disciplinadamente pensando en quien eres cada vez que tomas una respiración profunda y notas el aire entrar por tu nariz. Quien eres cada vez que sientes la sangre circular por tus venas. Quien eres cada vez que te levantas por la mañana y te das cuenta que estás vivo y que nadie te puede decir qué hacer, cómo hacerlo, cómo sentir, cómo vivir, cómo pensar, cómo soñar, cómo mirar a tu alrededor, cómo escuchar los sonidos. ¡Nadie! ¡Sólo tú!

Tú eres amo y señor de tus propias decisiones, pensamientos y emociones. Tú eres el conservador de tu propio museo de tesoros hechos de miles de sensaciones vividas. Tú eres el arquitecto de tus sueños, el pintor de tus decisiones, el poeta de tus pensamientos. Nadie más.

Cualquiera que interfiera en tu interior, aunque lo haga con la mejor de las intenciones, está queriéndote sumergir en el sueño de Morfeo otra vez. Descubre esa fuerza interior, esa fuerza vital que te conecta con lo más profundo de ti mismo y cuando lo hayas hecho, luego podrás compartir el mundo en condiciones. Serás generoso, no tendrás miedo que te quiten, porque sabes que todo está dentro de ti.

Podrás amar porque sabrás que no pueden hacerte daño. Podrás arriesgar porque sabrás que el abogado de la defensa ya está contigo. Podrás caerte porqué sólo verás a alguien esforzándose. Podrás trabajar porqué sabrás que independientemente de tu jefe, a ti lo que te interesa es estar satisfecho contigo mismo, sabiendo que le estás poniendo el corazón. Sonreirás a la gente porque te hará sentir bien.

Hoy es simplemente el mejor día para que te des cuenta que todo lo que necesitas para emprender el viaje está dentro de ti. Sólo necesitas foco. Concentración en lo más importante: la vida que recorre tu cuerpo.

La pasión por salir de la cola que no llega a ninguna parte y empezar a ser especial, a ser único como único fue el primer llanto que hiciste al nacer. No dejes que nadie te diga quien eres tú, porque sólo tú has sentido todo lo que has sentido.

Despierta amig@ y conviértete en ese ser excepcional que siempre has sido.