Bluedot

Eres una máquina de vivir. Cada una de tus células cada uno de tus tejidos están diseñados sólo para vivir. No hay nada en ti accesorio, no hay nada en ti superfluo, eres simplemente el resultado de miles de millones de años de pruebas y errores, de experimentos fallidos. Eres el proceso inacabado de la evolución buscando la manera de sobrevivir.

Eres un afortunado. Has tenido la suerte de beneficiarte del hecho excepcional de que haya un planeta con un pequeño abrigo, una tenue capa de gases que lo protege de la brutalidad del exterior. Un frío extremo e implacable que congela y destruye cualquier latido de vida. Un planeta repleto de agua y un sol a la distancia precisa para no carbonizarlo pero tampoco para que no pueda calentarlo.

Vives en el lugar perfecto. Un pálido punto azul en medio de la desolación y el silencio más absoluto. En medio de la oscuridad y el vacío. Ahí en medio, como una gota de agua que se resiste a ser congelada en un frío día de invierno, estás viviendo tú.

Tú no eres uno, tú eres muchos. Muchos millones que vivieron antes de ti y muchos millones que viven contigo. Eres todo. Eres la culminación provisional de un proyecto universal.

Cada bacteria, cada microorganismo, cada insecto, cada réptil, cada mamífero que estuvo antes que tú, sólo son parte de tu gran familia. Ellos quizás no eran conscientes, pero con su vida más o menos efímera, hicieron que fueras posible tú.

Tú eres el legado de la Tierra. Tú eres el embajador de la Tierra. Tú eres un ejemplo del proyecto llamado “vida” que se está llevando a cabo en la Tierra. Eres el hijo pródigo que hace sentir orgullosos a sus padres. Eres como la flor de la semilla regada durante semanas. Eres ese niño amamantado que regresa ahora con un pequeño  ser que asoma la cabecita entre sus brazos.

Estás diseñado para vivir porque no eres uno sino muchos. Tú eres el conjunto de todos los seres vivos que día a día nacen y mueren por ti. Cada célula de tu piel que vive y muere para protegerte del frío, del calor, del sol. Cada neurona que se conecta con otras y trabaja incansablemente para que puedas entender tu entorno, disfrutarlo y predecirlo. Cada bacteria que sólo existe para poder digerir los alimentos que comes cada día y que los transforma en nutrientes para las células que constantemente están reconstruyendo tus huesos.

Eres un edificio en permanente construcción y mantenimiento. Eres una máquina de vivir. ¿Por qué vivir? Simplemente porque es lo que sabes hacer mejor. Has sido diseñado para eso y no hacerlo sería deshonrar a todos aquellos que han dejado o dejan su vida por ti a cada segundo. Sería deshonrar a todas aquellas madres que dieron sus vidas para defender a sus crías, a aquellos padres que lucharon para mantener un territorio, para asegurar una fuente de alimentos.

Vivir lo es todo porque vivir es lo único que se nos da bien a todos. Aunque alguien muera joven te puedo asegurar que el conjunto se seres vivos que constituyen su cuerpo lucharon hasta el último segundo para mantenerlo en vida. Lo dejaron todo para que eso pasara, simplemente porque esa era su misión.

Vivir es el ejercicio de celebrar millones de millones de seres que estuvieron antes que nosotros y tu oportunidad de legar tu existencia a los billones que estarán por llegar.

Tu eres parte de una gran diseño llamado “Vida en el planeta Tierra” y por ello, no queda más que sentirse honrado de estar aquí y ahora, y agradecido por estar incluido en él.

Cuando pienses en porque vivir, acuérdate de ese punto azul pálido en medio de la oscuridad más mortal y silenciosa. Acuérdate en como late tu corazón, en como cada célula te mantiene a la temperatura perfecta, en el pH perfecto, en la salinidad perfecta en un impresionante trabajo de equipo y simplemente siéntete afortunado de ser una parte más de este proyecto que desde hace miles de millones de años se empeña en ir en contra de todas las leyes de la física, creando vida donde tendría que haber sólo desolación.

Eres una máquina de vivir.